Paletilla de cordero a baja temperatura
Ingredientes
Preparación
- Preparar el horno a baja temperatura (aproximadamente 80°C).
- Sazonar la paletilla de cordero con sal y pimienta negra al gusto.
- En una sartén grande, calentar aceite de oliva a fuego medio-alto.
- Dorar la paletilla de cordero por ambos lados hasta que esté bien sellada.
- Retirar la paletilla de la sartén y reservar.
- En la misma sartén, agregar el ajo picado y saltear hasta que esté ligeramente dorado.
- Añadir el romero fresco y el tomillo fresco a la sartén y cocinar por unos minutos para liberar su aroma.
- Regresar la paletilla de cordero a la sartén y verter el vino blanco.
- Dejar que el vino se reduzca a la mitad.
- Agregar suficiente caldo de carne a la sartén para cubrir parcialmente la paletilla de cordero.
- Tapar la sartén y transferirla al horno precalentado.
- Cocinar la paletilla de cordero a baja temperatura durante aproximadamente 3-4 horas, o hasta que esté tierna y jugosa.
- Retirar del horno y dejar reposar durante unos minutos antes de servir.
- Cortar la paletilla de cordero en porciones y servir caliente con el jugo de cocción como salsa.
Descubre las distintas características del cordero lechal y el lechazo
El cordero lechal y el lechazo son dos variedades de carne de cordero muy apreciadas en la gastronomía española. Aunque comparten algunas similitudes, también presentan características distintivas que los hacen únicos.
El cordero lechal se caracteriza por ser un animal joven, de entre 20 y 30 días de vida, y su peso oscila entre los 4 y 8 kilogramos. Su carne es tierna, jugosa y de sabor suave. Se cría principalmente en régimen de leche materna, lo que le confiere su nombre. Es ideal para asar o cocinar al horno, ya que su carne se deshace en la boca.
Por otro lado, el lechazo es un cordero aún más joven, de entre 15 y 25 días de vida, y su peso ronda los 3 a 5 kilogramos. Su carne es también muy tierna y jugosa, pero con un sabor más intenso que la del cordero lechal. Es perfecto para asar a la brasa, logrando una textura crujiente por fuera y jugosa por dentro.
Ambas variedades son muy valoradas en la cocina española por su calidad y sabor. Se utilizan en platos tradicionales como el lechazo al horno, las chuletillas de cordero o las piernas de cordero asadas. Sin duda, probar estas delicias gastronómicas es una experiencia única.
El arte de ablandar el cordero: trucos y secretos
El cordero es una carne deliciosa pero a veces puede resultar un poco dura al momento de cocinarla. Sin embargo, existe todo un arte para ablandarla y lograr que quede tierna y jugosa en cada bocado. A continuación, te revelaré algunos trucos y secretos para dominar este arte culinario.
1. Marinado: El marinado es fundamental para ablandar el cordero. Puedes utilizar una mezcla de aceite de oliva, jugo de limón, ajo, hierbas y especias. Deja que la carne repose en esta mezcla durante al menos 2 horas o incluso toda la noche en el refrigerador.
2. Macera: Otro truco infalible es macerar el cordero en una mezcla de vino tinto, vinagre y hierbas aromáticas durante varias horas. Esta técnica ayuda a ablandar las fibras de la carne y a darle un sabor más intenso.
3. Cocción lenta: Cocinar el cordero a fuego lento es clave para que quede tierno y jugoso. Puedes utilizar una olla de cocción lenta o una olla a presión para lograr este resultado.
4. Adobo: Un adobo de yogur, especias y jugo de limón también ayuda a ablandar la carne de cordero. Deja que la carne repose en esta mezcla durante al menos una hora antes de cocinarla.
Recuerda que la paciencia y la técnica son fundamentales al momento de ablandar el cordero. Sigue estos trucos y secretos y disfruta de una deliciosa carne tierna y jugosa en tus preparaciones.