Focaccia Rellena de Jamón y Queso
Ingredientes
Preparación
- En un bol grande, mezclar la harina de trigo, la levadura seca y la sal.
- Agregar el agua tibia y el aceite de oliva a la mezcla de harina
- Amasar la masa sobre una superficie enharinada durante aproximadamente 10 minutos, hasta que esté suave y elástica.
- Cubrir la masa con un paño limpio y dejar reposar en un lugar cálido durante 1 hora, o hasta que haya duplicado su tamaño.
- Precalentar el horno a 220°C.
- Dividir la masa en dos partes iguales y estirar cada una en forma rectangular, sobre una bandeja de horno previamente engrasada.
- Colocar una capa de jamón serrano y otra de queso mozzarella sobre una de las masas estiradas.
- Espolvorear el romero y el tomillo seco sobre el relleno de jamón y queso.
- Cubrir la primera capa de masa con la otra capa estirada de masa, sellando bien los bordes.
- Espolvorear sal gruesa sobre la superficie de la focaccia.
- Hornear durante 20-25 minutos, o hasta que esté dorada y crujiente.
- Sacar del horno y dejar enfriar antes de cortar en porciones.
- Servir y disfrutar de la focaccia rellena de jamón y queso.
Ideas deliciosas para acompañar y realzar el sabor de tu focaccia
Existen muchas formas deliciosas de acompañar y realzar el sabor de tu focaccia casera. Una opción clásica es simplemente untarla con un poco de aceite de oliva virgen extra y espolvorearle sal marina gruesa. Esto realzará los sabores de la masa y le dará un toque mediterráneo.
Si quieres agregar más sabor, puedes añadirle algunos ingredientes frescos y coloridos. Por ejemplo, puedes cortar tomates cherry en mitades y esparcirlos por encima de la focaccia. También puedes agregarle aceitunas negras y albahaca fresca para darle un toque italiano.
Si eres amante del queso, puedes espolvorear queso parmesano o mozzarella rallada sobre la focaccia antes de hornearla. Esto creará una capa dorada y crujiente de queso derretido que complementará perfectamente la suavidad de la masa.
Otra idea deliciosa es agregarle hierbas aromáticas como romero, tomillo o orégano. Puedes esparcirlas generosamente por encima de la focaccia antes de hornearla, lo cual le dará un aroma irresistible.
Descubriendo el origen de la focaccia: un viaje a través de la historia culinaria
La focaccia es un delicioso pan plano que ha conquistado los paladares de muchos amantes de la gastronomía. Pero, ¿de dónde proviene esta delicia culinaria? Acompáñanos en un viaje a través de la historia para descubrir su origen.
El origen de la focaccia se remonta a la antigua Roma, donde se conocía como panis focacius. Este pan se cocinaba en el fuego o en un horno de piedra y se sazonaba con hierbas y aceite de oliva. Era un alimento básico en la dieta romana y se consumía tanto en las clases bajas como en las altas.
A lo largo de los años, la focaccia se fue adaptando y evolucionando en diferentes regiones de Italia. En Liguria, por ejemplo, se le añadieron ingredientes como el queso, las aceitunas y las cebollas caramelizadas, creando así la famosa focaccia genovesa.
En la actualidad, la focaccia se ha convertido en un pan muy popular en todo el mundo. Se ha reinventado con diferentes toppings y se ha convertido en un lienzo para la creatividad culinaria. Se puede encontrar desde la clásica focaccia con romero y sal marina, hasta versiones más modernas con ingredientes como tomates secos, queso de cabra y rúcula.
En definitiva, la focaccia es un tesoro de la gastronomía italiana que ha trascendido fronteras y se ha convertido en una delicia universal. Su origen romano y su evolución a lo largo de los siglos nos muestran la riqueza y diversidad de la historia culinaria.