Milhojas de Pasta Filo con Crema Pastelera
Ingredientes
Preparación
- Precalentar el horno a 180°C.
- Extender las hojas de pasta filo y cortar en rectángulos del tamaño deseado.
- Colocar los rectángulos de pasta filo en una bandeja de horno y hornear durante 5-7 minutos, hasta que estén dorados y crujientes
- En una cacerola, calentar la leche a fuego medio hasta que esté caliente pero no hirviendo.
- En un tazón aparte, batir las yemas de huevo con el azúcar hasta obtener una mezcla espumosa.
- Agregar la maicena a la mezcla de yemas y azúcar, y mezclar hasta que esté bien incorporada.
- Verter lentamente la leche caliente sobre la mezcla de yemas, mientras se bate constantemente.
- Regresar la mezcla a la cacerola y cocinar a fuego medio-bajo, removiendo constantemente, hasta que espese y adquiera la consistencia de una crema pastelera.
- Retirar del fuego y añadir la esencia de vainilla
- En otro tazón, batir la nata hasta que esté firme.
- Incorporar la nata montada a la crema pastelera, mezclando suavemente hasta obtener una crema homogénea.
- Colocar una hoja de pasta filo en un plato de presentación y cubrir con una capa de crema pastelera.
- Repetir el proceso, alternando capas de pasta filo y crema pastelera, hasta utilizar todas las hojas de pasta filo.
- Terminar con una capa de crema pastelera y espolvorear con azúcar glass.
- Refrigerar durante al menos 2 horas antes de servir.
Descubre la fascinante historia del milhojas y sus otros nombres
El milhojas es un delicioso postre que ha conquistado el paladar de muchas personas alrededor del mundo. Su nombre se debe a su característica principal, que consiste en capas superpuestas de masa hojaldrada y crema. Pero, ¿sabías que este exquisito manjar también tiene otros nombres?
En España, el milhojas es conocido como napolitana debido a su origen en la ciudad italiana de Nápoles. En Francia, se le llama mille-feuille, que significa mil hojas, haciendo referencia a sus múltiples capas. En México, se le conoce como pastel de tres leches, ya que se prepara bañando las capas de hojaldre con una mezcla de leche condensada, leche evaporada y crema de leche.
La historia del milhojas se remonta a la época medieval, cuando los chefs de la realeza europea comenzaron a experimentar con masas hojaldradas. Estas masas eran consideradas un lujo, ya que su elaboración requería de tiempo y habilidad. Con el tiempo, el milhojas se popularizó y se convirtió en un clásico de la repostería.
Hoy en día, el milhojas se encuentra presente en las cartas de postres de muchos restaurantes y pastelerías alrededor del mundo. Su sabor y textura lo convierten en una verdadera delicia para los amantes de los postres. ¡No dudes en probarlo y descubrir por qué este dulce tiene tantos nombres y una historia tan fascinante!
Descubre las diferencias entre la masa filo y el hojaldre
Si eres amante de la cocina, seguramente te has encontrado con recetas que utilizan masa filo y hojaldre. A simple vista, estas dos masas pueden parecer similares, pero en realidad son muy diferentes en términos de textura, sabor y técnica de preparación.
La masa filo es una masa muy fina y delicada, hecha a base de harina, agua, sal y aceite. Se caracteriza por ser muy crujiente y se utiliza principalmente en la cocina mediterránea y del medio oriente. Es ideal para preparar platos como el baklava, borek o spanakopita. Para trabajar con ella, es necesario cepillar cada capa con mantequilla derretida o aceite para evitar que se pegue y se rompa.
Por otro lado, el hojaldre es una masa más densa y hojaldrada, compuesta por harina, agua, sal y mantequilla. Su técnica de preparación implica doblar y estirar varias veces la masa junto con capas de mantequilla, lo que crea múltiples capas y resulta en una textura escamosa y crujiente. El hojaldre se utiliza en numerosos platos dulces y salados, como croissants, palmeritas o vol-au-vent.