Galletas de Manteca a la Antigua

Las galletas de manteca a la antigua son un clásico que nunca pasa de moda. Su sabor y textura crujiente las hacen irresistibles para acompañar el té o el café. Descubre cómo prepararlas en casa con esta receta fácil y disfruta de un delicioso bocado lleno de tradición. ¡No podrás resistirte a su encanto retro!

Ingredientes

Preparación

  1. En un recipiente grande, mezclar la manteca y el azúcar hasta obtener una consistencia suave y cremosa.
  2. Agregar los huevos uno a uno, mezclando bien después de cada adición.
  3. Incorporar la esencia de vainilla y la ralladura de limón (opcional), mezclando nuevamente.
  4. En otro recipiente aparte, tamizar la harina y el polvo de hornear.
  5. Agregar gradualmente la mezcla de harina a la mezcla de manteca, azúcar y huevos, revolviendo hasta obtener una masa homogénea.
  6. Envolver la masa en papel film y refrigerar durante al menos 1 hora.
  7. Precalentar el horno a 180°C.
  8. Retirar la masa del refrigerador y estirarla con un rodillo sobre una superficie enharinada.
  9. Cortar las galletas con moldes de diferentes formas y colocarlas en una bandeja para horno, previamente engrasada o forrada con papel de hornear.
  10. Hornear durante aproximadamente 12-15 minutos, o hasta que las galletas estén doradas en los bordes.
  11. Retirar del horno y dejar enfriar completamente antes de servir.
Galletas de Manteca a la Antigua

Descubre el fascinante origen histórico de las deliciosas galletas

Las galletas son uno de los postres más populares y deliciosos en todo el mundo. Su crujiente textura y su dulce sabor las convierten en un deleite para el paladar. Pero, ¿alguna vez te has preguntado cuál es su origen histórico?

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El origen de las galletas se remonta a la antigua civilización egipcia. Los egipcios solían hacer una masa de harina y agua que cocinaban en piedras calientes, obteniendo una especie de pan plano y duro, similar a las galletas actuales. Estas galletas eran utilizadas como alimento en los viajes largos y como ofrenda a los dioses.

Con el paso del tiempo, las galletas se fueron popularizando en diferentes culturas alrededor del mundo. En la Edad Media, las galletas se convirtieron en un alimento común entre los marineros, ya que eran fáciles de almacenar y transportar en largos viajes en barco.

En el siglo XVII, las galletas comenzaron a tomar diferentes formas y sabores. Los pasteleros franceses fueron los primeros en agregar ingredientes como azúcar, especias y frutos secos a la masa, creando una variedad de galletas dulces. Desde entonces, las galletas se han convertido en un clásico de la repostería, con una amplia variedad de sabores y presentaciones.

Así que la próxima vez que disfrutes de una deliciosa galleta, recuerda que estás probando un pedacito de historia culinaria.

El origen de las deliciosas galletas de mantequilla

Las galletas de mantequilla son un dulce irresistible que ha conquistado paladares en todo el mundo. Su origen se remonta a tiempos antiguos y ha evolucionado a lo largo de los años hasta convertirse en la delicia que conocemos hoy en día.

La historia de estas galletas se remonta al siglo VII en Persia, donde se preparaban con ingredientes básicos como mantequilla, azúcar y harina. Estas delicias eran consideradas un símbolo de riqueza y eran ofrecidas a los invitados más especiales.

A medida que las galletas de mantequilla se fueron extendiendo por Europa, cada país fue aportando su toque distintivo. En Escocia, por ejemplo, se añadió a la receta la avena, mientras que en Francia se utilizaba azúcar glas para espolvorearlas.

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Fue en el siglo XIX cuando las galletas de mantequilla comenzaron a producirse en masa, gracias a la invención de la máquina para amasar y cortar la masa. Esto permitió que estas delicias estuvieran al alcance de todos y se convirtieran en un clásico de la repostería.

Hoy en día, las galletas de mantequilla son un acompañamiento perfecto para tomar con el té o el café, y se han convertido en un símbolo de la gastronomía internacional. Su sabor suave y su textura crujiente las hacen irresistibles para grandes y pequeños.

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