Calabacín frito con patatas y cebolla
Ingredientes
Preparación
- Lavar y cortar los calabacines en rodajas.
- Pelar y cortar las patatas en rodajas.
- Pelar y cortar la cebolla en juliana.
- En una sartén grande, calentar aceite de oliva.
- Añadir las rodajas de calabacín y patatas a la sartén
- Retirar las rodajas de calabacín y patatas de la sartén y reservar.
- En la misma sartén, agregar la cebolla y cocinar hasta que esté transparente.
- Si se desea, espolvorear harina sobre la cebolla y cocinar por unos minutos para espesar la salsa.
- Volver a añadir las rodajas de calabacín y patatas a la sartén.
- Salpimentar al gusto.
- Cocinar a fuego medio-bajo por unos minutos más, hasta que los sabores se mezclen.
- Servir caliente y disfrutar.
Deliciosas recetas para disfrutar del calabacín
El calabacín es una hortaliza muy versátil y nutritiva que se puede disfrutar de muchas formas diferentes. Además de ser bajo en calorías y rico en fibra, el calabacín también es una excelente fuente de vitaminas y minerales.
Una forma deliciosa de disfrutar del calabacín es preparándolo relleno. Puedes usar una combinación de carne picada, arroz y verduras para hacer un relleno sabroso. Luego, simplemente corta los calabacines por la mitad, remueve la pulpa y rellénalos con la mezcla. Hornea en el horno hasta que estén tiernos y dorados.
Otra opción deliciosa es preparar unas croquetas de calabacín. Para ello, ralla los calabacines y mézclalos con perejil picado, huevo, pan rallado y queso rallado. Forma bolitas con la mezcla y fríelas en aceite caliente hasta que estén doradas y crujientes. Sirve con una salsa de yogur o una salsa de tomate casera.
Si buscas una opción más saludable, puedes hacer unas deliciosas tortitas de calabacín. Mezcla calabacín rallado, huevo, harina integral, cebolla picada y especias al gusto. Cocina las tortitas en una sartén antiadherente hasta que estén doradas por ambos lados. Puedes servirlas como acompañamiento o como plato principal.
La deliciosa incógnita del sabor del calabacín
El calabacín, ese vegetal de forma alargada y color verde, es una verdadera incógnita cuando se trata de su sabor. A simple vista, puede parecer insípido y aburrido, pero una vez que se le da una oportunidad, sorprende con su deliciosa versatilidad.
El sabor del calabacín es suave y su textura es delicada, lo que lo convierte en un ingrediente perfecto para una amplia variedad de platos. Se puede consumir crudo en ensaladas, donde aporta un toque fresco y crujiente, o cocido en guisos y salteados, donde se vuelve más tierno y jugoso.
Además, el calabacín es conocido por su capacidad de absorber los sabores de los ingredientes con los que se combina. Esto significa que puede convertirse en el protagonista de una receta o en un excelente acompañante de otros alimentos. Se lleva especialmente bien con hierbas aromáticas como el tomillo, el romero y la albahaca, así como con quesos, carnes y mariscos.